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Por Alfonso Alfaro
El último festival vasco del verano comenzó ayer con una nueva ubicación, el hipódromo se San Sebastián. A priori es un buen recinto pero las lluvias echaron a perder parte de la experiencia. Dejando de lado el agua, la organización tampoco estuvo a la altura abriendo el festival media hora más tarde de lo establecido en el programa. La asistencia tampoco fue la esperada por la organización, una pena con el cartel que había.
Los donostiarras Havoc fueron los encargados de abrir el escenario Keler del Donostia Kutxa Kultur Festibala. Se notó que jugaban en casa y gustó a los asistentes más madrugadores. Sin embargo División Minúscula subieron los decibelios en la carpa Matusalem. Con un sonido al más puro estilo AOR americano y aprovechando el resguardo de los festivaleros, fueron unos los primeros triunfadores del día.
El primer reclamó de renombre llegó a las 20.20 con Amateur. Los ex miembros de La Buena Vida se estrenaron en directo por primera vez para interpretar su Debut -sí, así se llama su primer disco-. Eso sí, se echaron en falta temas de la antigua banda y se ciñeron sus nuevas composiciones. También trataron de caldear el ambiente pero sin mucho éxito. Uno de los bolos del día fue de los bilbaínos Zea Mays. Se sintieron completamente arropados por los asistentes y sonaron notablemente más contundentes que en disco. Interpretaron una cover del tema ‘Get Lucky’ de Daft Punk para convertir la carpa en una pista de baile. Triunfadores del día.
Era inevitable la presencia francesa y Frànçois & the Atlas Mountains cubrieron ese cupo. Sería la lluvia o serían los sonidos étnicos pero los Bristol no engancharon. Quemaron sus temas como ‘Grand Dérèglement’ al principio de su show. También hubo coreografías con las guitarras enfundadas que tuvieron más éxito que las melodías. Parece que los artistas que actuaron en la carpa tuvieron mejor acogida que el resto. De eso se aprovechó Jeremy Jay. El estadounidense mezcló en su set temas de todos sus álbumes aunque el sonido por momentos estuvo saturado.
Pese a que no eran los cabezas de cartel, Love of Lesbian atrajeron a la mayor cantidad de gente con diferencia. Los de Santi Balmés están acabando la gira de su disco El Poeta Haley. La banda actúa como un reloj y, entre anécdotas, dieron un concierto de calidad innegable pero sin novedades aparentes. Tras los catalanes, Depedro amenizaron la espera para The Jesus and Mary Chain e incluso llegaron a solapar en los últimos temas.
Lo dicho, sin haber terminado Depedro -por los retrasos acumulados-, The Jesus and Mary Chain salieron a la hora establecida y tocaron lo acordado. La banda de los hermanos Reid sonaron mucho más nítidos que en el Bilbao BBK Live 2015. ¿Será porque no interpretan el Psychocandy al completo? Puede, pero incluso se vieron esos temas mejoraron con este estilo. Abrieron con Amputation demostrando la pérdida de la distorsión. Le siguieron más temas del nuevo disco pero no fallaron Just Like Honey o Happy When It Rains. El frontman Jim Reid es el que mantiene la mayoría de atención mientras que William Reid se mantiene en segundo plano pero punteando la guitarra como en los ochenta.