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Helena Malvido y Paula D. Molero
Por segundo año, Oceaund acude al Palencia Sonora. Un festival pequeño pero matón que poco a poco va creciendo y atrayendo a más audiencia. Aunque hubo algunos problemas con el sonido, que estaba demasiado alto para lo que el Sotillo se puede permitir, las dos veladas del fin de semana estuvieron llenas de bailoteos y buenos bolos.
El viernes el escenario principal se estrenó con la actuación de Shinova y continuó con Viva Suecia, una confirmación de última hora ya que Joe Crepúsculo suspendió su actuación por motivos personales. Los emergentes The Levitants conjuntaron su post-punk sintético con los bailoteos de la gente presentando su nuevo tema ‘Telescape’ y su reciente álbum Coimbra y después se dejaron ver de fiesta entre la masa.
Después de la cena llegaba uno de los platos fuertes, Quique González hizo todo lo que sabe hacer bien, aunque sin duda fue un bolo para fans y para el resto de los mortales la cosa se hizo un poco larga. El madrileño se subió a un escenario poblado de farolas acompañado de su banda Los Detectives. Junto al vozarrón de Nina, la vocalista de Los Morgan, llenó el parque del Sotillo con la coreada ‘Charo’.
Llegó el turno para Cala Vento. Los catalanes consiguieron despertar a un público quizá demasiado amodorrado después de Quique González. Presentaban su segundo largo Fruto Panorama y lo que hicieron la noche del viernes fue exprimir al máximo la media hora que tenían sobre el escenario y ablandar corazones. Tanto que al final de su actuación el dúo flipó al escuchar el vitoreo de la gente al unísono de “¡Escenario principal!”. Palencia Sonora, toma nota de eso.
El subidón se mantuvo con Sidonie, uno de los momentos más esperados. Cada tema fue un espectáculo que ya fuera acompañado de luces, bailes, confeti o la camisa de Marc Ros desabrochada, mantuvo la atención de todos en vilo. No sé quién les habrá dicho eso de que son El Peor Grupo del Mundo. El broche final lo ponía Amatria, que aunque se echó de menos a Joe Crepúsculo a esas horas de la madrugada, supo encajar el reemplazo y hacer que las ‘Chinches‘ no dieran asco.
La segunda jornada festivalera continuó con un sol y unos Bengala increíbles, amenizando un vermú en el que a los que no sucumbieron a la resaca les dio igual quemarse la espalda por verles. Los maños tienen a Palencia en el bolsillo y podrían estar confirmados año tras año sin que a nadie le importase. Dejaron el listón muy alto a unos Ganglios que no sobrellevaron tan bien el calor como los de Zaragoza y que dejaron un poco indiferente a un público más preocupado por buscar la sombra. Aún así, pistolas de agua y alguna que otra careta de Félix Rodríguez de la Fuente se pudieron ver en un público que no pudo dejar de bailar al son de ‘La cumbia de Félix y Jacques’ o ‘Color de Rosa’.
La velada comenzó con los extremeños Supertennis seguidos de Havalina que demostraron su experiencia ganándose a un público que celebró junto a ellos sus quince años sobre el escenario.
Estrogenuinas inyectaron al asunto el toque punki que siempre hace falta en esta vida y seguidamente le tocó el turno a DePedro que provocó un efecto parecido al de Quique González el viernes dejando espacio para fans y reuniendo al resto en las barras y en los puestos de comida.
Los Nastys condensaron toda su acción en esa media hora y fueron los únicos en conseguir que se formasen pogos en los que estaban hasta Los Ganglios levantando el polvo. Esperemos que para otro año les quiten media hora a los que actúan mucho rato en el escenario grande y dejen a los chavales del pequeño expresarse mejor.
Fuel Fandango llenó Palencia de ese flamenco fusión tan propio. El vozarrón de la cordobesa acompañado del repiqueteo de sus pies sobre el tablón, se ganaron a un público que no pudo dejar de moverse al ritmo de temas como ‘Salvaje’ o ‘La Primavera’. Además se unió al escenario, su buen amigo DePedro a cantar juntos ‘Acuérdate’.
Por último, los franceses «Rinôçérôse» dieron la talla de lo que se suele esperar de un artista internacional con una trayectoria como la suya. Aunque se notó bajón de personal después de Fuel Fandango (que junto con Sidonie, eran los más esperados por la muchedumbre), sus mezclas eclécticas entre rock, dance y de todo, dieron fuerzas para seguir de after hasta que saliera el sol.
Un placer Palencia, volveremos.