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Lo nuestro, lo bueno, lo nacional: Zahara

Septiembre llegó y se fue muy rápido, y esta sección se vio sacrificada. La combinación del poco tiempo que tenía y de un writer’s block importante hizo que no hubiese sección el mes pasado, pero os aseguro que Who Run The World está aquí para quedarse.

De cara a los meses siguientes quiero darle un giro a la sección y basarla más en reflexiones sobre lo necesario que es una visión más feminista en la industria musical actual, pero la verdad es que hoy solo me apetece hablar de lo bonita que es Zahara. ¿Me dejáis?

Zahara montó su propio sello discográfico harta de la burocracia y las esperas que suponían someterse a un gran sello nacional. Zahara disfruta tanto de los conciertos en acústico donde es solo ella y el público, pero también el formato eléctrico. Así que hace ambos.

El hecho de que Zahara no tuviese una gran aceptación dentro de los medios indies y dentro de la comunidad en general se debe a que el zarandeo al que la sometió una de las mayores dicográficas españolas hizo que sacase un CD si bien bueno pero en el que todo (el marketing, su participación en la BSO de Tres Metros Sobre el Cielo, etc) olía a artificio y gominolas. Sin embargo, resurgió cual ave fénix al montar su propio sello discográfico G.O.Z.Z, y desde entonces es una inspiración en cuanto a tomar las riendas de su propia carrera se refiere.

La verdad es que me tranquiliza mucho saber que las chicas que quieran dar el paso que va desde guardar un cuaderno debajo de la cama con sus letras de canciones hasta presentarse en una sala de meetings para intentar conseguir un contrato musical puedan tener la experiencia de Zahara como guía y ejemplo. Sé que muchos artistas sienten que las palabras ‘modelo a seguir’ les vienen demasiado grandes, pero en este caso no puedo evitarlo. Es el ejemplo perfecto de cómo las cosas pueden salir genial cuando te niegas a jugar según las reglas impuestas por otro.

Su maestría a la hora de combinar influencias y elementos musicales inesperados para una artista de su calibre (ya que a mucha gente le cuesta imaginarse a Zahara más allá de ‘Con Las Ganas’) se ve perfectamente representado en Santa. Santa es, a mi parecer, una pequeña obra de arte y la muestra perfecta de que hay que confiar en tus instintos. Muchísimas decisiones arriesgadas en un proceso creativo que culmina en un trabajo completo que acabó de consolidar en 2015 la posición de Zahara en el escenario indie. Había llegado para quedarse.

Siempre he admirado lo sincera que es con sus declaraciones en entrevistas, desde hablar sin tapujos de su experiencia con Cierta Gran Discográfica Española hasta mojarse en política. Bueno, no solo mojarse, si no hacer de la política una parte común en su discurso en las redes sociales. Es más, hace poco concedió una entrevista a El Español sobre el panorama político español.

Además, es de agradecer que Zahara se considere feminista y haya utilizado su voz en los medios para hablar de la desigual representación de la mujer en el mundo de la música, como por ejemplo en los carteles de los festivales de música de nuestro país. Estas declaraciones que hizo para El Diario hablan por sí solas:

“Este año había días en los que era la única chica que tocaba. Existe un techo invisible que nos impide a veces dar el paso. Hay muchas profesiones que han estado monopolizadas por el género masculino donde no gustó mucho cuando entraron las mujeres, así que en un principio se nos relegó a tareas discretas.

En el mundo musical es mucho más sencillo que cinco colegas se junten para tocar que cinco chicas decidan montar un grupo. Pero porque primero está el propio complejo de las mujeres heredado a través de generaciones. Creo que tiene que haber un cambio de actitud general. El problema de las mujeres es que les cuesta dar el paso, porque no está normalizado, y el de los hombres es que no lo facilitan. Algo que queda demostrado en los festivales. De veinte personas que curran en un escenario entre ingenieros de luces y sonido, técnicos de monitores, asistentes y músicos, solo una es mujer. Como ves, la inmensa mayoría son hombres.

Y, por desgracia, vivimos en una sociedad en la que se nos ha inculcado el rechazo a trabajar rodeadas de hombres. Aunque esta situación se está normalizando en el transcurso de los años, aún existen mujeres que no se sienten cómodas en un ambiente así. Es por esto, aunque sea una visión radical, por lo que creo que estamos ante este boom de presencia masculina en la música.” 

De la falta de mujeres, tanto a nivel de trabajo técnico, como de posiciones directivas en discográficas o promotoras, ya hablaremos otro día. Pero creo que Zahara presenta el problema de una manera concisa y adecuada. En la música faltan mujeres. En todos lados. Sin embargo, también contamos con la presencia de mujeres maravillosas, que curran como los que más porque saben que para conseguir lo mismo que su contraparte masculina han de hacer el doble. Y a ellas hay que mostrarles apoyo incondicional ya que no solo marcan el camino para generaciones de mujeres que las seguirán, sino que ayudan a darle color a un panorama musical gris. Zahara es una de ellas, así que desde aquí le doy las gracias. Gracias por mantenerte fiel a tu objetivo de contar tus historias, hacernos partícipes de ellas y de querer hacerlo todo a tu manera. Gracias también por utilizar tu voz para temas que importan, y darle voz a mucha gente que no tiene el mismo nivel privilegiado de difusión.

Si queréis ver a Zahara antes de que diga un adiós breve a los escenarios, os recordamos que este noviembre es su fin de gira, del que hablamos aquí.


judith: