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Por Helena Malvido
Aprovechando el paso de su gira europea por Bilbao, tuvimos la oportunidad de escuchar en directo al argentino Tall Juan. Ofreció un concierto haciendo bailar con temas como ‘Falling Down’ o ‘Why not?’ y poniendo la piel de gallina con otros como ‘Parecida a vos’. No faltaron sus “30 canciones de 20 segundos” ni su mítica forma de devorar el micrófono. Minutos antes de dejarnos contagiar por la energía que desprende desde el escenario, nos reunimos con él bajo el habitual cielo nublado, dejando la Ría a las espaldas para hablar de sus orígenes, su futuro y de buenos amigos.
¿Cómo surgió tu interés por la música?
Por medio de mi padre, él hace música y siempre han venido amigos a nuestra casa a tocar y había fiestas hasta las cinco de la mañana, con la guitarra. Yo siempre miraba la guitarra y quería tocarla, pero era muy chiquito y no me daban las manos para tocarla. Hasta que crecí un poco y ya pude agarrarla.
¿Qué evolución has notado desde tu primer concierto hasta hoy?
Una gran evolución la verdad…musical, de seguridad en el escenario y más control de mis acciones.
¿Cómo es hacer tour por Europa?
Muy bueno, en tres horas te haces países distintos…muy buena comida, muy buena gente, un idioma diferente…eso me mantiene ocupado para mantenerme sorprendido.
Tengo entendido que fuiste a Nueva York para perseguir tu sueño de la música, ¿por qué allí?
Mi hermana vive ahí y no tenía donde ir. Estaba mal en Argentina y me fui a visitarla a ella, inconscientemente ella me cuidó como una madre. Me quedé allí y una vez que estaba, me enamoré de la ciudad.
¿Cómo es trabajar con Mac Demarco?
La verdad es que no hemos trabajado mucho, somos amigos y vivimos en la misma casa.
Tenía entendido que te había producido… en muchos sitios en los que hablan de ti aparece su nombre, entonces no se sabe hasta qué punto es verdad o se escribe para llamar la atención o conseguir un titular.
Sí, es por eso, supongo que muchas veces les conviene…yo en realidad nunca hablo de eso pero entiendo perfectamente que él es muy famoso y que la gente quiere hablar. Igualmente es mi amigo y lo respeto musicalmente.
A parte de Mac o de Juan Wauters con el que mantienes buena relación, ¿qué otras amistades mantienes en el mundo de la música?
Beastie Vee, que es de Francia y hace música que está muy buena. Cola Boy, un amigo mío de New York…también otro amigo, Jimmy Whispers, muy bueno. Todos solistas en realidad, ninguno con banda.
Cambiando de tema, llama mucho la atención que toques tu estilo de música con una guitarra acústica, ¿por qué?
Mi amigo Juan Wauters toca de esa forma y me gustó el sonido…además, en Sudamérica de donde somos nosotros, que es un poco la forma de por qué él lo hizo, se toca mucho la guitarra clásica de nailon, en los fogones con los amigos o en las casas, como tocaba mi padre hasta tarde. Trasladarlo al rock y llevarlo por el mundo es una forma de traer nuestros orígenes.
¿Qué te gusta beber mientras tocas?
En realidad…agua. He tomado otras cosas claro, pero si tengo que elegir prefiero el agua y también se ve feo, no sé.
¿Cuál es el último disco que has escuchado?
Uno de Paul Simon, The Rhythm of the Saints.
¿Tu festival favorito para tocar?
No he tocado en muchos festivales la verdad.
¿Y como público?
Tampoco he ido…nunca tuve mucho dinero para ir a un festival, ¡ojalá, me encantaría ir! Pero nunca tuve la oportunidad.
¿Cómo te ves de aquí a diez años?
¡Me gustaría verme! No, pues, quizá me vea un poco más gordo.
¿Tocando?
Ah, me estaba imaginado, canoso y gordo. No sé, me imagino que haciendo lo mismo que ahora. Bueno, lo mismo no, haciendo música sí pero otro estilo, seguramente, lo que el momento me pida. En un año igual no estoy haciendo lo mismo que ahora, es lo bueno de la vida, que todo puede cambiar. Siempre con la música, eso seguro, quizá haga algún proyecto distinto o termine haciendo una película ¿quién sabe?