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Por Helena Malvido
Ilustración de Blanca Garaluce
Parece que el mundo esté plagado por cantautores cuyo sino es ser el wannabe de Townes Van Zandt y sin embargo, pocos son los que arrojan luz a una creación de estas que te llegan de verdad, que te hacen conectar con esa música y esas letras. Con Angel Olsen siento cierta conexión desde que la escuché por primera vez, y no solo por saber que adora la Galería Zé dos Bois de Lisboa ni porque a Mac DeMarco le guste versionar ‘Lights Out’ de vez en cuando en alguna radio.
MY WOMAN, saca a la Angel Olsen más real, sin la carcasa típica de cualquier folkie de este siglo. El disco rodea escenas que le inquietan como mujer, pero agregando la sutileza que provoca que cada uno lo reinterprete personalmente. Ese punto entre lo obvio y lo tenue, entre la experiencia personal y el querer conectar con cualquiera que escuche el disco; es lo que envidio sanamente de Olsen, es el punto álgido de ocupar un puesto propio (que sin duda ya ocupa) o de quedarse de camino en el wannabe-nismo.
Dejando de lado toda esta filosofía profunda y facilona, este disco tiene muchas cosas por las que ser digno de completar tu colección de vinilos que enseñarás con orgullo a tu descendencia. ‘Intern’ fue lo primero que pudimos escuchar y lo que se nos metió hasta dentro para esperar con ansia el resto. Consigue mantenerte en vilo queriendo más y más, y te va correspondiendo con ‘Never Give Up’ y ‘Shut Up Kiss Me’, que hasta te hace levantarte de la silla en la que estás trabajando mientras lo escuchas. Nadie se esperaba esto, pero esta chica de Misuri controla lo que hace y engancha.
‘Give It Up’ y ‘Not Gonna Kill You’ mantienen esta nueva línea y amigos, tranquilos, que por mucho que este disco tenga novedades, la esencia no se pierde. ‘Heart Shaped Face’ vuelve a lo más puro y sigue así hasta el final, donde ‘Sister’ se convierte en una canción para dedicar; ‘Those Were the Days’ evoca momentos como si ella hubiera estado allí mismo describiendo lo que pasa; con ‘Woman’ te tiembla el corazón y finalmente llega ‘Pops’ donde me convenció de que quiero ser Angel Olsen de alguna manera.