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Por Miguel Aizpuru
Tras tres años sin publicar material nuevo, los vizcaínos WAS (hasta ahora conocidos como We Are Standard) acaban de sacar del horno un nuevo álbum de diez temas titulado Gau Ama. Después de un muy disfrutable Day, Deu Txakartegi, Jon Agirrezabalaga, Willy Vanilli y Juan Escribano han arriesgado en su quinto disco y apuestan más que nunca por la electrónica, desterrando del todo el dance rock de sus inicios. El resultado es bastante irregular.
El anuncio de la banda de que Gau Ama se inspiraba en el folklore vasco no anticipaba nada bueno, dado el sopor que a algunos nos produce la música tradicional euskaldun. La decisión de abandonar casi por completo las guitarras, y primar los sintetizadores y las bases electrónicas tampoco ayuda a la hora de aproximarse como oyente a este trabajo. A pesar de todo, hay varios fragmentos notables en este nuevo LP, sobre todo en las composiciones menos comerciales. Vayamos por partes.
El disco abre con ‘I like you as you are’, tema bastante en la línea de los últimos trabajos de WAS, donde desde el comienzo entran las bases machaconas y llaman la atención los irrintzis y fragmentos recitados en euskera. Se hace muy larga, lo que ocurre en varias canciones a lo largo del álbum. En ‘Until it mets’ sobresale la voz de Cristina Lizarraga (Belako) y afortunadamente aparecen algunas guitarras. Sin embargo, el resultado vuelve a ser plano y sin sorpresas ni elementos destacables. ‘Skin tough’ eleva el listón con su medio tiempo bailable y festivalero pero el nivel vuelve a decaer con ‘Irrintzi’, que funcionará muy bien como single pero nos recuerda en exceso al ‘Love me again’ de John Newman.
La segunda parte del disco es bastante más divertida. ‘Submissive obsession’ tiene su punto, sobre todo por los sintetizadores del estribillo y ‘The shine’ es de lo mejor del trabajo gracias a ese rollo ravero. ‘Upside down’ mantiene el nivel a pesar de las voces cortarrollos que cantan «eguzkia joan da bere amagana». En ‘Electric love’ por fin recuperan el espíritu británico que tanto molaba en el Great state, lo cual se agradece mucho. La penúltima ‘I aint got control’ no aporta demasiado aunque tampoco molesta. El álbum se cierra con ‘Ardoa’, que supone un soso final para un disco que, en resumen, nos gusta bastante menos que los anteriores de la banda.
A pesar de este pequeño pinchazo, deseamos lo mejor a WAS en la gira que les espera, ya que son de lo mejorcito que hay en la escena musical patria y sus directos son una auténtica fiesta.