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2020 ha sido, pese a todo, un año fructífero musicalmente. No nos referimos a la música en directo -que esperemos que vuelva cuanto antes y de una forma segura- sino de nuevos lanzamientos y aparición de bandas emergentes. Como es costumbre, en esta primera entrega compartimos los mejores trabajos publicados en la primera mitad del año haciendo así un ejercicio de retrospectiva a los lanzamientos de los viernes de cada semana. Esta es la primera parte de la lista seleccionamos los mejores 25 discos de 2020.
Puedes escuchar la playlist de esta lista en Spotify y si haces click en la imagen de cada artista accedes al álbum en Spotify.
Por Manuel Precioso
Tras publicar el año pasado su EP debut If Not Now, When?, los británicos bdrmm decidieron responder a esa pregunta a mediados de este año con el lanzamiento de su álbum debut Bedroom, que les confirmó como uno de los grupos shoegaze del momento. Tocando temas propios de la juventud con mucha madurez, la banda de Hull ha sabido dar con un sonido fresco, en el que caben infinidad de influencias del pasado y del presente, a la vez que demuestran saber ir un paso por delante, a lo suyo. Con temas más contundentes y otros en los que guitarras y batería se mecen en infinidad de posibilidades, bdrmm lograron en este Bedroom consumar un sonido personal y ensoñador, superando así los límites de su anterior trabajo en apenas un año.
Por Alfonso Alfaro
Lo normal es acabar una canción con un fade out, pero ¿comenzar un álbum con un fade in? Así comienza The Greatest Part, el último trabajo de Becca Mancari. La estadounidense se esfuerza en contar una historia con cada uno de los cortes que contiene como la falta de cariño y sinceridad paternal en ‘First Time’ o como musicaliza en ‘Hunter’ el miedo de recibir cartas amenazadoras de un vecino homófobo. Además del potente mensaje que transmite la cantautora, ha dado un paso adelante en cuanto a lo musical mezclando el indie, pop y folk para este magnífico álbum.
Por Manuel Precioso
Publicar un álbum un 14 de febrero siempre es una declaración de intenciones, y más si se trata de un álbum debut. Con todo ello, Micah Visser, el nombre detrás de Boniface no defraudó, superando todas las expectativas al regalarnos un álbum homónimo que es todo un viaje emocional. Con una producción absolutamente impecable y un sonido pop-rock puro caracterizado por sintetizadores ochenteros, el debut de Boniface está cargado de energía e historias nostálgicas sobre amor, desamor y crecer en un pequeño pueblo, que nos trasladan a otro momento y a otro lugar. Elegir temas a destacar dentro de este Boniface no es nada fácil, pero ‘Oh My God’ y ‘Ghosts’ capturan a la perfección la energía y desparpajo del álbum.
Por Sandra Blaya
Un disco casi conceptual, en el que Lucas de Laiglesia desnuda y rompe al personaje que había creado en sus trabajos anteriores: Confeti de Odio. Un disco autorreferencial, lleno de parodia y crítica, de un joven atormentado enemigo de sí mismo, pero que no puede pasar por una superficie mínimamente pulida sin buscar su reflejo y arreglarse el pelo. Crisis de ansiedad, desamores, preocupaciones y angustias de una generación que fácilmente puede identificarse con el personaje. Y quererlo y odiarlo a la vez. En nueve canciones, se sale del bedroom pop y evoluciona hasta un sonido más completo, con una producción más cuidada y brillante. Esencia punk, powerpop, algo de Weezer quizás o nada de lo anterior. Intimista y bailable a la vez pero siempre pop al fin y al cabo.
Por Alfonso Alfaro
Post-punk, warm psych-folk, indie-rock… Parece que incluso a Disq les gusta definirse con muchas etiquetas y es que eso es parte de las cualidades de la banda. El quintento de Wisconsin se han convertido en una de las sorpresas emergentes del año gracias a su debut Collector. El trabajo comienza con mucha fuerza con ‘Daily Routine’ y también destaca la lenta ‘Konichiwa Internet’ o la folky ‘D19’ con la que pueden recordar a ese desasosiego musical de Weezer. En definitiva, una montaña rusa de guitarras donde convergen un gran número de géneros que rodean al indie-rock.
Por Manuel Precioso
La aventura en solitario de Frances Quinlan, conocida por ser la líder y compositora de la banda Hop Along comenzó a principios de este 2020 con Likewise, su álbum debut. Conocida por su voz incomparable, la estadounidense va un paso más allá en este nuevo proyecto, experimentando con la instrumentación y los ritmos, que van desde guitarras acústicas y teclados clásicos que dan lugar a temas más folk-rock y otros que incorporan ritmos más atrevidos que llegan a generar momentos quizá más lo-fi. Todo ello, crea un estilo marcadamente minimalista pero completamente fresco, que por momentos recuerda a Fiona Apple o Waxahatchee, y que sirve de soporte para unas letras sinceras e increíblemente poéticas, como demuestran temas como ‘Your Reply’ o ‘Detroit Lake’.
Por Alfonso Alfaro | Fotografía de Timothée Lambrecq
Apenas un piano y la suave voz de Jófríður Ákadóttir dan la bienvenida a New Dreams, el segundo trabajo de la islandesa más conocida como JFDR. Este álbum destaca por su intensidad, por apostar por un folk actualizado que es capaz de calentar con cada nota de piano o verso de la cantante. Cada tema es como un viaje con arreglos indie-electrónicos y pop experimental que recuerdan a Bon Iver. El clímax llega con ‘Juno’, un corte que comienza con un sonido cavernoso y solitario que termina con una subida de sintetizadores que eriza la piel.
Por Alejandro Olivo
Principios de enero. Dos zagales, Nacho y Santos, paren el disco murciano del año y lo cierran con un estribillo demoledor: “¿Qué puede salir peor? Estoy preparado, ¡llueve, capullo! si te atreves”. Los del barrio de Vistabella no eran conscientes de la que se venía encima, como nadie, pero daba igual porque en esto de la precariedad no hay que esperar al final del partido para saber quién gana o pierde. Llueve, Capullo! lo saben, le dan la vuelta y lo celebran. En las canciones de 121 goles se habla de futbol, de bolsas de macarrones a 0,99€ y de Murcia. Se habla de ser joven, de ser consciente de ello y de sentirse afortunado a pesar de estar en una habitación muy pequeña, en una ciudad muy grande.
Por Alfonso Alfaro | Fotografía de Rachel Filler
Si hay un género que sigue estando de moda en Estados Unidos ese es el dream-pop. Momma, dúo formado por Etta Friedman y Allegra Weingarten en Los Ángeles, han aprovechado este año tan convulso para publicar su segundo trabajo Two of Me. Es álbum que recoge lo mejor del dream pop pero donde también hay cabida para ese sonido añejo de grunge suave muy noventero. Su toque DIY en cada tema, los cambios de ritmo de ‘Biohazard’ o la explosión guitarrera de ‘Habitat’ convierten a este trabajo en un imprescindible de este año.
Por Alfonso Alfaro
2020 quedará marcado para siempre en nuestra memoria pero mucho más para Okay Kaya. La noruega tenía un plan maestro, una gira mundial con su álbum Watch This Liquid Pour Itself pero con el confinamiento acabó publicando Surviving Is The New Living, un segundo e improvisado trabajo. Sin embargo toda la atención llegó con el primer trabajo donde su cóctel de géneros como pop, indie, rock y electrónica no puede tener mejor resultado. La artista consigue crear un vínculo con el oyente gracias a su intensidad en las melodías y que invitan a seguir escuchando.
Por Sandra Blaya
Imagina que cogemos la thermomix y metemos: psicodelia, guitarras españolas, vientos, coros tribales, bongos, ritmos de vete a saber y un currazo de producción. Lo que sale es un margarita tropical y fresquito llamado Oso Peligro. Buscando su sonido (o sonidos) propios, sacó con Red Kashmir Records un álbum de demos super experimental. Una majadería de disco que rompe con todos los patrones de radiofórmula, pero con cortes pegadísimos como ‘Dear God, I Love You’, ‘Te Quiero Potente’ o ‘Margarita’ (ft. Alien Tango). Cuarenta minutos de trip en los que nos sumerge en su universo, en su imaginario bailongo, con un trabajo de producción increíble. Sin duda, un talento que tenía que salir a la luz. Ojalá todos tengamos siempre un Joe que nos diga que las cosas se sacan.
Por Alfonso Alfaro
Los regresos suelen ser incluso más esperados que los debuts y sino que se lo digan a Permanent Collection. El proyecto musical de Jason Hendardy tiene en su historial un álbum en 2012 y un EP solo un año posterior, sin embargo no ha sido hasta junio cuando ha parado la sequía con Nothing Good Is Normal. Además de su explosión sonora y distorsionada, en lo primero que llama la atención es la duración de los temas; solo uno de los diez sobre pasa los tres minutos. Esto no es más que una declaración de intenciones del músico de Seattle y es que rebosa shoegaze y noise-rock en cada corte.
Por Tatiana Moro
Repetición y variedad, dos conceptos esencialmente opuestos, pero a los que recurren Porridge Radio en Every Bad. No hace falta más que escuchar ‘Born Confused’ para entender ese “thank you for making me happy” en loop como un mantra que ayuda a sanar o que acaba por destruir. Los de Brighton también se apoyan en la variedad: de ritmos, de silencios y de fuerza como en la cruda ‘Sweet’. Los de Dana Margolin construyen ambivalencias en aquello que tocan -especial hincapié en el apoteósico final de ‘Lilac’ y el aplacible inicio de ‘Circling’- llevados por un conjunto de sentimientos que se encuentran y confrontan: frustración, aceptación, pérdida, salvación. Nos nos suena lejano con un año como al que ponemos punto y final.
Por Tatiana Moro
Lo primero que suena al reproducir el debut de Pottery es un distorsionado “bienvenidos al motel de Bobby, el lugar donde todos los sueños se hacen realidad”. Un inicio que pone la intriga como plato principal, de eso está servido este álbum. Los canadienses utilizan a Bobby y su establecimiento como una realidad alternativa para abordar lo absurdo. Con una gama estilística que va desde el funk, la psicodelia, pasando por el dance hasta el post-punk, el quinteto de Montreal más que mezclar, alterna géneros con una habilidad extraordinaria que aporta cohesión sin un ápice de quiebra. Riffs rocosos y percusión fulgurante en once canciones de las que destacan ‘Texas Drums, Pt. I & II’ y ‘Take Your Time’.
Por Tatiana Moro
En un ejercicio de desdibujar los límites del pop, Rina Sawayama elabora en SAWAYAMA una obra de orfebrería contemporánea con mezclas de género bien orquestadas (k-pop, metal, rock, R&B, trap), referencias que salpican pero no empapan (Britney Spears, Christina Aguilera) y letras intrínsecas de su persona, historia e identidad que convierte en universales. Nacida en Japón y crecida en Reino Unido, la artista firma un debut tan ecléctico como atípico que no queda vacío de contenido, en él Sawayama señala la explotación capitalista, la posición de los hombres en el patriarcado, su lugar en la comunidad LGTB, la relación con su familia, los traumas de la infancia y la apropiación cultural.
Por Tatiana Moro
Irlanda, Escocia, Inglaterra… La vida de Sega Bodega ha estado marcado por numerosos cambios con los que ha conseguido crear muy buenos álbumes pero ninguno como Salvador, su publicación más reciente. Este trabajo de 11 temas recoge la faceta más bailable del irlandés pero haciendo guiños al rap, pop e indie con un gran énfasis a las líneas de bajo, muy pegadizos e intensos. Este último lanzamiento del artista cuenta con la ambición necesaria para marcar un antes y un después en su carrera además de hacerse un hueco en la concurrida escena de la electrónica indie británica.
Por Manuel Precioso
De Dublín están saliendo bandas con mucho potencial, siendo la última de ellas Silverbacks, gracias a su álbum debut Fad, presentado a principios de julio de la mano de Central Tones. En este trabajo, los irlandeses muestran un abanico influencias donde destacan el post-punk y el indie más noventero, particularmente el de los Pavement, algo que no se ocultan en mostrar en cortes como ‘Fad 95’. Pero en este Fad, también hay instantes más guitarreros y otros con hipnotizantes ritmos funk. Mención de honor merece ‘Up The Nurses’ en el que la bajista Emma Hanlon toma el micrófono para ofrecernos uno de los mejores y más completos temas de este disco junto a ‘Muted Gold’.
Por Tatiana Moro
Con la urgencia de evolucionar y marcar una diferencia sustancial de su debut, Slotface salen brillantes de la conocida lucha contra sí mismos en su segundo trabajo, más personal. Los noruegos no dejan espacio a las dudas, en el cuarto segundo de ‘S.U.C.C.E.S.S.’ inyectan energía al cóctel de las letras políticas y reivindicativas. La voz de Haley Shea entona alegatos contra la xenofobia, la apatía de los millennial y generación Z en ‘Telepathetic’, las rupturas y el consumismo en ‘Stuff’, sobre la identidad al tener padres estadounidenses y nacer en Noruega en ‘Passport’ o sobre la falta de confianza en sí misma en los veintitantos en ‘Tap the pack’. Sorry for the late Reply es un álbum repleto de píldorazos punk, desbordante de fuerza, honestidad y madurez.
Por Alfonso Alfaro
El tiempo es relativo para Sorry. El dúo, formado por Asha Lorenz y Louis O’Bryen, no ha tenido prisas en debutar con su primer álbum y han decidido seguir la estrategia de publicar varios EP y sencillos para finalmente recopilar todos los temas en 925. Ese goteo de publicaciones ha servido para poder saborear con tiempo cada canción y eso ha conseguido que este disco suene más compacto y familiar. En cuanto a lo musical, tiene un papel importante el juego de voces de sus dos integrantes en cada corte además de apostar por un post-punk que moldean a su antojo desde los ritmos más oscuros.
Por Sandra Blaya
Coincidiendo en fechas con el estallido de la pandemia, Stephen Please sacó este pasado mes de marzo su primer disco, MMXVII. Tocando en Axolotes Mexicanos y NO FUCKS, en 2019 quiso experimentar simultáneamente la libertad de llevar un proyecto en solitario. Nos regaló siete canciones de pop autoproducidas y compuestas en su mayoría en 2017, que hablan sobre chicos, sobre ser jóvenes y quejarnos, y con himnos como ‘Palante’ y ‘After’ que tratan sobre una de las cosas que probablemente más hayamos echado de menos este año: salir de fiesta.
Por Alfonso Alfaro
¿Puede una mixtape colarse entre los mejores trabajos de 2020? Sí, y Stevan lo ha conseguido. El joven músico ha publicado Just Kids y ha sido capaz de mezclar lo mejor R&B, hip hop y dream-pop. El de Wollongong (Australia) cuenta con grandes referentes como Chance The Rapper o Frank Ocean para firmar unos temas que enganchan gracias a sus bajos y voz bucólica. Aunque no solo ha conseguido un gran trabajo global sino que ha logrado destacar a nivel internacional con temas como ‘Timee’ o ‘No Regrets’.
Por Manuel Precioso
En medio del caos general que fue el mes de abril, Stuck no se amedrentaron en absoluto y lanzaron su álbum Change Is Bad, un LP que encapsula en buena medida el estilo y descaro post-punk de este cuarteto de Chicago. Pero Change is Bad no es el típico álbum post-punk. Y es que, en este LP de apenas media hora de duración, Stuck condensan caos y orden en un trabajo tremendamente directo y consistente, en el que parece que lleven haciendo esto toda la vida, como demuestran temas como ‘Era’ o ‘Plank II’. Aún así, en este intenso viaje que es Change is Bad también hay espacio para dejarse llevar, con otros momentos de improvisación y caos adictivo como ‘Anniversary’ y ‘Bells’ que cierran el álbum pidiéndole al cuerpo empezar de nuevo.
Por Tatiana Moro
My Heart Is An Open Field fue publicado en mitad del verano y rápidamente se convirtió en un espacio de recogimiento, de instropección y búsqueda de una misma en meses que difícilmente podrían parecerse a los de años pasados. Jess Shoman se embarca como Tenci en un viaje sosegado a las profundidades de los Estados Unidos confeccionando un álbum debut de folk e influencias indie y country. Con composiciones solitarias, pero para nada desérticas, la voz de Shoman juega a explotar su calidez o a rasgarse de fragilidad, en un símil sobre la dificultad de asimilar las vicisitudes del amor o el autodesarrollo.
Por Alejandro Olivo
La banda catalana URPA, una de las puntas de lanza del cambio generacional al que la escena del pop de Barcelona se enfrenta, pone principio y fin a su proyecto con su primer disco: Eina Sagrada. Un largo que deja flotando en el ambiente un aura entre los Nueva Vulcano y los extintos Naturalesa Salvatje. Un disco que demuestra una madurez abrumante con melodías inteligentes y letras que hablan de crecer en esta ciudad.
Por Manuel Precioso | Fotografía de zaziwhite
Tras la publicación de Supreme Blue Dream y Ethereality, Samira Winter se atrevió este año con su tercer álbum, en el que no ha dejado pasar la oportunidad de ofrecernos otro título bastante esotérico, que en bien sirve para definir su estilo. En este Endless Space (Between You & I), Winter nos lleva en un viaje astral en el que distorsiones y psicodelia crean un dream-pop absolutamente mágico. El nuevo álbum de la cantante brasileña está plagado de influencias shoegaze y de momentos íntimos y delicados, en los que su celestial voz y los sintetizadores crean una atmósfera única. También hay espacio para temas en portugués, como ‘Memoria Colorida’ o ‘Bem No Fundo’, donde comparte voz con Dinho Almeida, cantante y guitarrista de Boogarins.
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